Una maqueta de Los Chichos con ‘Quiero ser libre’, entre otras canciones, llegó a Antonio Sánchez, padre de Paco y Pepe de Lucía y de Ramón de Algeciras. Avalada por Sánchez, no poco aval, la grabación aterrizó en la compañía discográfica Philips
A la modernísima discoteca Lover de Vallecas, propiedad de Ángel Nieto, acudió a principios de los años 70 Emilio González, alias el Chicho, en busca de un hueco para él y su hermano Julio en los espectáculos de música en directo de la sala. El dúo, todavía innominado, también era de Vallecas, pero de otro Vallecas, del Pozo del Tío Raimundo, y se buscaba la vida en los mesones del centro de Madrid y en los pubs de la llamada Costa Fleming con versiones de Bambino, Peret y así.
Eduardo Guervós, relaciones públicas de Lover y cantante de Eddy, Los Cracks y su Batería de Goma, no solo les hizo un hueco en la programación de Lover, sino que se convirtió en su representante. Hizo falta un nombre: pues Los Chichos. Hizo falta un tercer miembro para la primera gala profesional, en la sala de fiestas Nuevo Electra de Vigo, cuyo escenario era demasiado grande para dos artistas: se enroló al compadre Juan Antonio Jiménez Muñoz, Jero, mote derivado, dicen algunas fuentes, de ‘ajero’, «persona que vende ajos», según la RAE. Jero explicó en el viaje en tren a Vigo que escribía canciones y para demostrarlo cantó ‘Quiero ser libre’.
En la cara B del tercer ‘single’ de Los Chichos, con ‘Te vas, me dejas’ en la cara A, estaba ‘La historia de Juan Castillo‘. Es un tema capital del pop español por varios motivos. Para empezar, por la formidable estrofa inicial: «Era una noche de pena y de llanto / puesto que todo condujo a un fracaso / Iban dos primos y dos hermanos / iban a chorar y los delataron». A partir de ahí el relato se vuelve algo confuso, pero queda claro que hay un palo frustrado por un chivatazo, un asesinato y una condena. Es una crónica criminal con antecedentes en los romances de ciego y algunos palos flamencos, pero nueva en la música popular moderna española. También es novedosa en la música comercial la utilización de palabras en caló como ‘pucabar’ (delatar), ‘bucharnó’ (disparo) o ‘najar’ (huir, pirarse). ‘La historia de Juan Castillo’ tiene una hermana muy parecida en ‘El fracaso’, de Tony el Gitano, publicada por el guerrillero sello Acropol al mismo tiempo que la canción de Los Chichos. La explicación más plausible es que Jero y Tony el Gitano, que habían colaborado con anterioridad, desarrollaron el embrión de la pieza conjunta cada uno por su lado.