Teníamos canciones buenísimas, ninguna mala. Al subir al escenario le dedicamos siempre una canción a Jero, que se fue para siempre.

“Nos vamos, no nos echan”, aseguran Los Chichos, el veterano trío rumbero que inicia su gira de despedida este sábado 2 de marzo en el Bilbao Arena de Miribilla. Son 50 años dedicados a la rumba y a la balada aflamencada que han dejado para la historia y “la gente de la calle” himnos como Quiero ser libreBailarás con alegríaNi más ni menosEl Vaquilla o Son ilusiones. “El cuerpo se resiente, ya no tenemos las mismas fuerzas”, aseguran el cofundador del trío, Emilio González Gabarre, y su hijo Emilio González García en esta entrevista.

1982, una de sus mejores fotos, que bien hubiera servido para un LP

Dicen que hasta aquí han llegado…

En 2014 ya anunciamos que lo dejábamos, pero mi padre se aburría en el sillón y quería seguir tirando para adelante porque es toda una vida en los escenarios y con nuestra gente. Lo echábamos de menos, así que seguimos y dijimos que hasta que el cuerpo aguantara.

¿Ya no lo hace?

-Son ya 50 años, es una cifra redonda para despedirse. El cuerpo se resiente, ya no tienes las mismas fuerzas. Además, somos artistas que nos movemos mucho en el escenario y hacemos colaborar al público. Eso desgasta mucho. Queremos seguir con la cabeza, pero el cuerpo ya no aguanta.

Los grupos heavies y los toreros dicen que abandonan y luego… ya se sabe.

-No, no. Igual algún compromiso puntual… Mi padre tiene ya 76 años y los cantantes tenemos derecho a la jubilación. Al menos, en teoría (risas). Hemos sido unos putos privilegiados al poder hacer algo que nos encanta y que nos paguen por ellos.

Lo de la anécdota tiene que ver con el nombre de Los Chichos, que tiene ascendencia vasca. Viene de un tío mío de Santutxu al que llamaban Chicho. Le dije a mi padre que si un día formaba un grupo lo llamaría Los Chichos por él.

Contra el cuerpo no se puede luchar.

-No le hagas caso a mi hijo, todavía estamos fuertes (risas). Que vaya la gente de mi edad al concierto, que se lo pasará bien. Por cierto, te voy a contar una anécdota.

Diga…

-Tengo mucha familia en Bilbao, sobre todo por la parte de mi mujer, a quien fui a buscarla allí, a Monte Caramelo. Lo de la anécdota tiene que ver con el nombre de Los Chichos, que tiene ascendencia vasca. Viene de un tío mío de Santutxu al que llamaban Chicho. Le dije a mi padre que si un día formaba un grupo lo llamaría Los Chichos por él.

Juan, A. Jiménez Muñoz 1990

¿Cómo recuerdan aquellos inicios?

-Con mucha alegría, pero eran otros tiempos. Ahora vamos con muchos músicos y buenos equipos de sonido, pero hace 50 años íbamos con tres guitarras y los altavoces en la baca del Seat 124. Hacíamos de técnicos y cantantes.

Empezaron los dos hermanos, Emilio y Julio, Jero se unió después.

-Yo empecé en Salamanca con unos guitarristas llamados los hermanos Farina. Al Jero lo cogimos porque nos salió una gala en Galicia. De ahí surgió el trío.

Son ilusiones’ es una de sus canciones más famosas. ¿Ya entonces soñaban con dedicarse a la música?

-Sí, hombre, éramos unos fenómenos. Teníamos canciones buenísimas, ninguna mala. Al subir al escenario le dedicamos siempre una canción a Jero, que se fue para siempre. Era un genio, un fenómeno que hacía letras muy bonitas y luego cantaba muy bien, pero que se apoyaba en dos columnas muy fuertes, en mi hermano y yo a los coros.

A veces quiero estar solo, no quiero que nadie me hable prefiero vivir mi vida como un péndulo en el aire ♫

Creo que les ayudó el padre de Paco de Lucía a lograr su primer contrato.

-Don Antonio Sánchez nos llevó a Philips y no dudaron en grabarnos. Él era representante de músicos y vio que nosotros éramos una bomba, algo especial. Hoy es más fácil porque hay redes sociales y medios de comunicación, pero nosotros sacábamos un single y no sabíamos, ni la propia compañía, que habíamos vendido un millón de copias. Pasó con Quiero ser libre, y salían singles cuando aún se vendía el anterior y el anterior. Hemos vendido 22 millones de copias. Ningún artista español ha vendido más aquí, sí Julio Iglesias, pero sumando lo del exterior.

Ni mas ni menos que Los Chichos, así debutaban en su primer LP

Se harían millonarios ¿no?

-Entró dinero, pero de aquí han chupado todos. Nos han engañado mucho, es algo que no se puede controlar porque hay muchas ramificaciones, proyectos y contratos. Tienes que confiar en la gente… Ahora no se venden discos, pero das un concierto y te llevas un dineral. Ahora todo depende de las reproducciones que tengas. Nosotros éramos obreros de la música y mi padre y mi tío no se llevaban ni una peseta de cada disco. Fíjate si se ha llevado dinero la gente por ahí.

Y vendieron también muchas casetes en gasolineras.

-Y allí siguen nuestros discos, aunque en CD. La compañía ha sacado una recopilación de nuestros discos en vinilo, para los chicheros de corazón. Eso sí, hay que buscar los platos en tiendas especializadas. Yo recuerdo el casete con cariño porque siempre hemos sido artistas del pueblo. ¿Quién no ha viajado en su coche de vacaciones con sus padres y la cinta de Los Chichos?

Artistas del pueblo, decía. Le han cantado a los delincuentes, la prostitución, la droga…

-Es que somos así, gente normal. Los vecinos de siempre adoran a mi padre porque le ven como Emilio, no como un Chicho que logró el éxito. Solo somos Chichos en el escenario, bajamos y somos tipos normales.

debut espectacular de Los Chichos en 1974. De esta guisa y así de rumberos, era presentado su primer trabajo NI MAS NI MENOS

De todas maneras, algún ministro se declaró fan del grupo.

-Sí, en Murcia. Estaba allí con todos los escoltas y se nos acercó para decirnos que había tocado y cantado nuestras canciones. Yo no sabía quién era, pero antes de ser ministro fue una persona corriente. Mira, vamos a tocar en el WiZink Center de Madrid con todas las entradas vendidas hace mes y medio, y la Ayuso ya nos ha pedido 10 entradas.

¿Le gustan a Ayuso?

-¿Tú conoces a alguien que no se identifique con alguna de nuestras canciones? Es que hablamos del amor, el desamor, la prostitución, la droga… O te ha pasado a ti o alguien cercano, seguro. En todas las casas cuecen habas.

Me han sorprendido al negar que hagan rumba.

-La rumba vino de Cataluña, de Peret, Bambino y el Pescaílla. Nos gusta más decir que hacemos baladas con sentimiento, para escuchar y algunas poderlas bailar. Son temas muy íntimos, algunos para escuchar con cascos y que te transporten al pasado. De hecho, mucha gente se ha enamorado con nuestras canciones; y alguna, como Mujer cruel, ha sonado en bodas, incluso. Mi padre se enamoró de una vasca y lleva con ella 60 años.

Te vas, me dejas • La historia de Juan Castillo de su álbum debut 1974
una de sus canciones mas famosas y la que rpesentaron en 1976

Ustedes vienen del flamenco más puro ¿verdad?

-Venimos de Camarón y Paco de Lucía, que salieron el mismo año y hubo un antes y un después con ellos. Y luego pasó con nosotros. Todos salimos en 1973.

Alejandro Sanz, Manolo García y Estopa son sus seguidores. ¿Orgullo?

-Si nos quedamos con algo es con el respeto de nuestros compañeros de profesión. Y poder grabar con Sergio Dalma, por ejemplo, que estaba acojonado. Es un artista que te cagas, con una voz personal y a la que le salieron los dientes en los escenarios. Hay gente que canta muy bien, pero no es artista porque no innova. Él, sí; y es una persona increíble.

Jeros Derecho a vivir

Me han sorprendido al negar que hagan rumba.

-La rumba vino de Cataluña, de Peret, Bambino y el Pescaílla. Nos gusta más decir que hacemos baladas con sentimiento, para escuchar y algunas poderlas bailar. Son temas muy íntimos, algunos para escuchar con cascos y que te transporten al pasado. De hecho, mucha gente se ha enamorado con nuestras canciones; y alguna, como Mujer cruel, ha sonado en bodas, incluso. Mi padre se enamoró de una vasca y lleva con ella 60 años.

Creo que Eugenio está enamorado de Rosalía.

-Cierto, se lo hace muy bien y me alegro de su éxito. Pero ¿le debemos algo a Estopa? Pues lo mismo a Rosalía o C. Tangana. Es un privilegio ser un referente, seguir siendo gente normal y que el público no quiera que nos vayamos. De hecho, nos dicen que no lo dejemos. Nosotros nos vamos, no nos echan

¿Qué me dicen de Estopa, les deben algo por ‘El del medio de Los Chichos’?

-Bueno… la sacaron hace 20 años y la media de nuestro público es de 20 y 25 años. No había nacido cuando salió la canción. Nos han seguido hasta cuatro generaciones. Colaboramos con ellos y con Manolo García e hicieron pedazos de arreglos.

Foto inédita, El del medio es el batería de Los Chichos, Jesús, y su hermano EL Beibi durante un crucero para actuar en Ceuta 1980...

¿Qué me dicen del reggaetón?

-Respeto a todo el mundo, pero esa música no me entra en la cabeza. Y esas letras tan ordinarias que si te la meto por aquí y la saco por allá… A la mujer hay que ser caballero y tratarla con delicadeza, no ser vulgar.

¿Les ha costado elegir el repertorio de la última gira?

-Tenemos un fondo de catálogo de 300 canciones, pero seguimos cantando la mismas, las de toda la vida, porque son las que quiere oír la gente. Son Quiero ser libreBailarás con alegría, Ni más ni menosEl VaquillaSon ilusiones… ¿Cuál quitamos? Si no las cantáramos, nos apedrearían, seguro. Son del público también porque las llevan escuchando toda la vida y, eso sí, sonarán con nuevos arreglos y con el apoyo de seis músicos y coros masculinos y femeninos. Vamos a ser en el escenario más que un equipo de fútbol.

¿Tienen alguna canción preferida?

-Mi padre suele decir que qué dedo me corto que no me duela (risas).