Él lo veía desde la puerta, desgarrado, porque su familia no le dejaba acercarse. «Es la ley gitana», sentencia su primo Enrique. Fue entonces cuando se fue, junto a uno de sus dos hermanos, a Madrid. Allí vivía de la venta ambulante, y de ahí procede su apodo, puesto que vendía ajos y le empezaron a llamar el ’ajero’
Yo tengo uno de sus discos de oro, concretamente BAILARAS CON ALEGRÍA.
Si alguien está interesado póngase en contacto conmigo en mi correo electrónico.
Vamos Sin Dudarlo y Ya, Muy Merecido Espero Que Los Políticos no la cagen. Un vallisoletano.